EN EL ACTO DE ESCRIBIR.

Son personas que no consiguen estar de brazos cruzados, esperando que las cosas sucedan, para poder después decidir cuál es la mejor manera de contarlo: van decidiendo a medida que actúan.

Convivir con este tipo de personas es importante para un escritor, porque éste debe entender que, antes de ponerse frente al papel, debe ser lo bastante libre como para cambiar de dirección a medida que su imaginación viaja. Después de escribir una frase, debe poder decirse a sí mismo: “Mientras escribía, recorrí un largo camino y ahora concluyo este párrafo con la conciencia de que arriesgo lo necesario y doy lo mejor de mí mismo”. Los mejores aliados son los que no piensan como los demás. Por eso, mientras buscas a tus no siempre visibles compañeros, has de creer en tu intuición, y no les prestes oídos a los comentarios ajenos. Las personas siempre juzgan a los otros con el modelo de sus propias limitaciones.

Únete a los que nunca dijeron: “Hasta aquí he llegado, no puedo seguir”. Porque de la misma manera que al invierno lo sigue la primavera, nada puede parar: tras alcanzar el objetivo es necesario recomenzar, usando siempre todo lo aprendido en el trayecto. Únete a los que cantan, cuentan historias y disfrutan de la vida. Porque la alegría es contagiosa e impide siempre que las personas se dejen paralizar por la depresión. Y cuenta tu historia.

martes, 23 de noviembre de 2010

CUANDO AMANEZCA EL DÍA.


CUANDO AMANEZCA EL DÍA.

Cuando amanezca el día yo estaré lejos,
Me habré ido a descansar al infinito,
Me llevaré conmigo cosas que sólo yo quiero,
La flor a mi manera y de mi color preferido.
Cuando amanezca el día yo estaré lejos
Llevando en mi rostro una sonrisa
Porque habré hecho el bien en cada momento.
Cuando me recuerden será
Porque ha llegado la noche
Con ella la luna llena que me ayudó
A mitigar penas y angustias,
Cuando el tiempo pase he de ser recuerdo
también me iré borrando
Porque todo se olvida,
Ahora en vida quiero entregar lo que tengo
Mi mayor y única fortuna: mis sentimientos
Cuando amanezca el día
No podrán verme,
tomé el camino de partida,
Que no tiene regreso,
aunque lo tuviera no quiero hacerlo,
que hagas una breve llamada ahora que estoy vivo,
no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.

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